sábado, mayo 05, 2007

NECESITAMOS UNA POLICIA MUNICIPAL

La existencia de guardias municipales en varias de las comunas más grandes del país, surge de la necesidad de entregar mayor seguridad a los vecinos y enfocar los recursos a las necesidades que tienen. Como ejemplo desde Julio del año pasado hasta estos días, los guardias municipales de Santiago participaron en más de 152.000 procedimientos.

Pero qué sucede con estos inspectores, que deben enfrentarse a delincuentes, carecen de facultades legales y sólo cuentan con una libreta de papel como arma.

Actualmente los guardias retienen a delincuentes, frustran atracos, recuperan especies robadas, pero con atribuciones de cualquier peatón. Lo hacen por la necesidad que tiene la población y por la realidad de carabineros que se encuentra sobrepasado por la cantidad de procedimientos que les son requeridos.

Debemos adelantarnos a conflictos que ya comienzan a surgir. Un delincuente sabe que solo puede ser retenido media hora, luego de ese tiempo el puede acusar “secuestro”. También han sucedido agresiones a los inspectores inclusive con armas de fuego.

Una nueva Policía Municipal debería incluir una descentralización de la estructura policial hacia cuerpos municipales (en las comunas más grandes y más importantes) que se especialicen en la prevención y control de los delitos de robo, hurto y otros delitos menores.

La descentralización debería producirse conservando la fuerza de carabineros, capaz de combatir las redes de delincuencia, mafias y organizaciones criminales que operan en todo el territorio Nacional.
La prevención del delito de robo y hurto diario y callejero y el control general de los delitos y contravenciones menores (esos que ya nadie denuncia por escepticismo respecto a qué algo pueda resolverse por esa vía) debería en cambio ser descentralizado hacia Policías Municipales, que trabajen en las comunas de la ciudad en mano de los alcaldes y concejos municipales.

Hablamos de una descentralización hacia “Guardias Municipales” para que se especialicen en la prevención de estos delitos y el control del espacio público: prevención de alcoholismo y drogadicción en la calle, violencia callejera, control integral de seguridad y orden en los barrios, cuidado espacios verdes, problemas de convivencia, regulación del tráfico, control de velocidad, detección e informe a la municipalidad de problemas críticos en la vía pública, etc.

El objetivo es que estos guardias municipales tengan una interacción directa y constante con los vecinos donde patrullan y que ejerzan un control general de la ciudad. Que los vecinos, en los distintos barrios, los conozcan por su nombre y apellido y puedan tener un “control de calidad” sobre su accionar.

El Alcalde podría reforzar a estas policías municipales, en aquellas comunas donde la gente le da prioridad, con recursos y acciones especiales, lo que daría al servicio de seguridad una dinámica propia de las instituciones que están cerca de la gente.
La idea es lograr que la ciudadanía exija lo que puede hacer el municipio, que con esta herramienta lograría ser el verdadero responsable de una parte importante de la seguridad local. A diferencia de lo que pasa ahora en donde los municipios son colaboradores, pero no actores directos en la solución de los problemas de seguridad.

Se da una realidad contradictoria, los delitos suben en algún lugar, pero carabineros sigue siendo una de las instituciones más prestigiosas… En cambio las autoridades municipales aparecen como las culpables sin tener posibilidad de hacer mejoras, ya que no tienen el control.

Otra mejora es hacer compatible los “incentivos” e “intereses” del municipio y los de la policía. Es decir, si a carabineros les importan más los delitos en otro sector de la ciudad al municipio le interesa la problemática local.

Algunos críticos a esta propuesta señalan, que esta descentralización rompería con la unidad y la cadena directa de mando que es un elemento diferencial de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, como efecto secundario, estamos rompiendo las “cadenas de complicidad” que se configuran dentro de una institución masiva, ya que al tener controles cruzados y directos de cada Alcaldía, y una mayor participación de la población, se produce un shock de transparencia que reforzaría la presión para que ningún efectivo se desvíe y termine no haciendo su trabajo.

Además, en los países más exitosos en materia de seguridad, incluidos varios de Latinoamérica, la diferenciación entre las cualidades necesarias para prevenir el delito común y las que se necesitan para las cuestiones complejas es la clave del éxito. La diferenciación es buena en ambos sentidos pues también permite ser muy eficaces en la prevención y persecución de los delitos pequeños que son el caldo de cultivo para que luego se produzcan los más graves. (si un joven puede drogarse tranquilamente en la esquina de un barrio y luego arrebatar la cartera de la señora mayor con total impunidad, no tardará mucho en ingresar bandas más complejas).


Álvaro Undurraga
Concejal de Santiago

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