miércoles, julio 25, 2007

¿Qué APORTAN LOS NUEVOS EDIFICIOS EN EL CENTRO?

Por Álvaro Undurraga
Concejal de Santiago



Un dato, los metros cuadrados por persona de muchos de los nuevos edificios en Santiago, son inferiores a los de una vivienda social en Ciudad de México.
Nuestra querida ciudad ha cambiado mucho en los últimos años, nuevas construcciones y poco respeto al patrimonio son las fuerzas que golpean nuestra modernidad. En este sentido la Municipalidad de Santiago con un nuevo plano regulador y la actual congelamiento de permisos esta tratando de revertir o por lo menos detener. Principalmente el triangulo central que es el lugar que tiene el tejido urbano histórico más importante del país.

En el Triángulo Central encontramos 139 edificios protegidos, 47 Monumentos Históricos y 92 Inmuebles de Conservación Histórica. Entre los estilos arquitectónicos principales se cuentan el colonial, neoclásico francés, ecléctico, racionalismo e historicista.
El Centro Histórico, se encuentra dotado de una excelente accesibilidad, siendo esta, una de sus grandes fortalezas. Cuenta con los principales ejes conectores norte-sur y oriente-poniente de la ciudad, tres líneas de Metro, las principales líneas de locomoción colectiva, 5 estacionamientos subterráneos, una gran cantidad de edificios de estacionamientos y tres paseos peatonales.
Las intervenciones en el Espacio Público de la Comuna y especialmente del Centro, en los últimos años, han estado enfocadas directamente a potenciar los espacios públicos de mayor escala, como los paseos Huérfanos, Estado y Ahumada. Por esto se ha analizado los espacios públicos de menor escala, los cuales en general constituyen excepciones en la trama urbana y actúan como elementos especiales, lo que les otorga un papel orientador de los recorridos actuando como hitos reconocibles y referenciales dentro del Centro. Sin embargo la mayoría de estos espacios se encuentran subutilizados y en mal estado.
Otra característica que distingue al Centro Histórico, es la existencia de 72 espacios privados de uso público entre los que se cuentan las Galerías y Pasajes con uso predominantemente comercial, que en su conjunto conforman una red de gran aporte para la circulación peatonal. Además 18 de estas Galerías son de un alto valor patrimonial.
Aquí entonces debemos detenernos, ¿como es la calidad de las nuevas edificaciones?, estamos perdiendo nuestro patrimonio y lo estamos cambiando
Las nuevas construcciones de edificios habitacionales en Santiago, si bien es cierto lograron detener el éxodo de habitantes de la comuna, con el tiempo nos han presentado nuevos desafíos para ser resueltos por la autoridad.
Comercialmente y dado que la legalidad lo permite se construye grandes edificios de gran cantidad de departamentos. Donde principalmente encontramos los de un dormitorio. Lamentablemente también nos encontramos que estos departamentos han comenzado a tener usos deteriorantes como bodega, motel o negocio.
La alta rotación de usuarios de estos departamentos no permite o dificulta el arraigo a la comuna y o a la copropiedad. Arraigo que es necesario para el desarrollo de la comuna principalmente en lo que son sus espacios comunes.
La pregunta que deberíamos hacernos es que sucederá con el centro en 30 años más, ¿serán estos edificios lugares bien mantenidos?, funcionales como lo son ahora o se transformaran en vivienda de mala calidad, casi sin ascensores, con violencia dentro de los propios lugares, etc.… Esto ha sido lo que ha sucedido en algunos países, que no lograron tomar medidas a tiempo.
Cabe también pedirles a las constructoras varíen su modelo de negocio y construyan pensando en el futuro, viviendas más grandes, que sirvan a una pareja que quiere tener hijos, que lleguen familias, no solo personas jóvenes. Y creando un arraigo podamos generar comunidades que quieran su entorno y sean capaces de cuidar lo que tienen, invertir en el y también ayudar a que su entorno sea mas amable.

Pregunta Hora de Infidentes

miércoles, julio 11, 2007

Discurso de Sarkozy al asumir en Francia




'Hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas. El pensamiento único es el del que lo sabe todo, y que condena la política mientras la practica.


No vamos a permitir mercantilizar el mundo en el que no quede lugar para la cultura: desde 1968 no se podía hablar de moral. Nos habían impuesto el relativismo. La idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes. Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente. Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían terminado.

Que no había nada sagrado, nada admirable. Era el eslogan de mayo del 68 en las paredes de la Sorbona: 'VIVIR SIN OBLIGACIONES Y GOZAR SIN TRABAS'. Quisieron terminar con la escuela de excelencia y del civismo.


Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor. Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder. La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Voy a rehabilitar el trabajo.


Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: 'SE HA ABIERTO UNA FOSA ENTRE LA POLICIA Y LA JUVENTUD': los vándalos son buenos y la Policía es mala. Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente, inocente.


Defienden los servicios públicos, pero jamás usan un transporte colectivo. Aman tanto la escuela pública, pero sus hijos estudian en colegios privados. Dicen adorar la periferia y jamás viven en ella.


Firman peticiones cuando se expulsa a algún okupa, pero no aceptan que se instalen en su casa.


Esa izquierda que desde mayo del 68 ha renunciado al mérito y al esfuerzo, que atiza el odio a la familia, a la sociedad y a la República. Esto no puede ser perpetuado en un país como Francia y por eso estoy aquí.

No podemos inventar impuestos para estimular al que cobra del Estado sin trabajar. Quiero crear una ciudadanía de DEBERES'.